Año 22. Nº 1


TRABAJO DE CAMPO CON ALAIN DE TRENQUALYE (ENERO 13-25, 2017)

Dylan H. Cohen

Graduate Student , Rancho Santa Ana Botanic Garden

Claremont, EE. UU.

 

Versión en inglés

 

Mi investigación se centra en la taxonomía y sistemática de Loasa (Loasaceae). En el verano de 2017 viajé a Chile para recoger Loasa andinas. Me sugirieron que me pusiera en contacto con Alain de Trenqualye, ya que él también estaba trabajando en Loasa, pero no era un botánico profesional. Sin embargo, me impresionó su detallado sitio web (http://floradechile.cl/). Alain había pasado mucho tiempo fotografiando e investigando plantas chilenas, que él amaba. Claramente era un defensor de las plantas de Chile y de las maravillas que contenían.

Cuando llegué a Santiago, Alain pacientemente me esperaba en el aeropuerto. Yo nunca había ido a Chile, y no sabía qué esperar. Él me condujo a su departamento, el almuerzo estaba listo, y me mostró algunos de sus libros favoritos sobre plantas chilenas. Hablamos de Loasa y me planteó sus ideas y conceptos para las diferentes especies. Más tarde ese día fuimos al Herbario Nacional, donde estudiamos los especímenes de Loasa. Alain, gentilmente, acompañó y ayudó a un completo forastero (yo) por ninguna otra razón que su amor por las plantas y su generosidad pura.  

La ruta para el viaje de terreno sería en los Andes centrales y del sur. Nuestra primera localidad era Farellones y La Parva, donde nos reunimos con Mélica Muñoz-Schick y recolectamos varias especies de Loasa, incluyendo la rara vez coleccionada y endémica Loasa caespitosa. Alain había sugerido que fuéramos de excursión por sobre un camino donde él antes había encontrado solo un individuo. Vi asombrado cómo este hombre escaló fácilmente la montaña como una cabra, mientras yo me quedaba atrás. Después de una excursión larga y difícil encontramos por casualidad una población de esta especie a 3000 m s.n.m. Ambos estuvimos muy contentos de hallar esa Loasa rara vez vista.

Después de Farellones colectamos en muchos sitios, incluyendo: cerro El Roble, San José de Maipo, MN El Morado, río Pangal, Planchón/laguna del Teno, altos de Lircay, laguna del Maule, termas de Chillán, alrededores de Concepción y laguna del Laja. En cada lugar que visitamos encontramos Loasa. Exploramos algunos sitios asombrosos que no eran muy visitados.

Tengo muchos buenos recuerdos de este viaje con Alain. Comer sandía y recolectar Blumenbachia en la laguna del Maule y el encuentro con Loasa acanthifolia y otras plantas que no habíamos observado antes. Un día que viajamos a la laguna del Teno, Alain jugó un papel decisivo en la búsqueda del camino correcto para llegar al lugar. Este era escarpado y ventoso. Yo estaba un poco nervioso por ello, pero Alain no dudó ni un momento. Temprano esa mañana, él había observado cóndores andinos que volaban en lo alto, ¡quizás un buen augurio que venía desde arriba! El viaje tomó algún tiempo, pero con una conducción cuidadosa llegamos a la laguna; a lo largo del camino vimos Loasa, Blumenbachia y Pinnasa. Mientras yo prensaba las plantas y recogía tejido de hojas para conservar en sílicagel, Alain identificaba las plantas asociadas y tomaba apuntes sobre ellas. Él siempre las fotografiaba, quizás para más temprano que tarde añadirlas a su sitio web.

Unos días después fuimos a la cordillera de Chillán y Alain me informó de un lugar que deberíamos explorar. Esta era una excursión complicada, un camino difícil por áreas arboladas, un campo de lava, y luego una montaña muy escarpada. Fue una aventura que duró todo el día, con mucho trekking. El objetivo era tomar un camino que nos conduciría a la laguna del Huemul, a una población de plantas que nunca habían sido recolectadas. Encontramos esas plantas creciendo sobre rocas agudas y escarpadas. Seguimos el camino a la cima para ver la laguna. Había allí muchas personas y familias que disfrutaban de las aguas heladas (al parecer existía un modo más fácil de tener acceso a ella). Alain, siempre entusiasta acerca de las plantas chilenas, comenzó a explicar a algunos jóvenes lo que nosotros hacíamos y la importancia de conservarlas.

La historia de Alain es de inspiración y promesa. De ingeniero civil a botánico entusiasta, un hombre con amor y sed de conocimiento sobre la flora chilena. Alain y yo separamos nuestros caminos en Los Ángeles, le agradecí por toda su ayuda y guía. Mi camino más adelante sería solo, pero yo había sentido confianza al trabajar con él.

Durante los años recién pasados continué mi investigación y mantuve el contacto con Alain. Seguí diciéndole que volvería a Chile para hacer las recolecciones de las especies de Loasa en primavera. Eso sería este año. Hace unas semanas Mélica me dijo que estaba enfermo y en el hospital. Ella me aconsejó escribirle. Le escribí y le dije que yo volvería a Chile, y que me gustaría verlo, y si él se sintiera bien, podría unírseme en el campo. No estoy seguro de si él alguna vez vio el correo electrónico o no. Yo voy a Chile en octubre, y sé que él me guiará desde arriba, emocionado de observar y recolectar Loasa del campo chileno, igual como antes. Cada día con Alain era un día bueno. Descansa en paz, mi amigo.


(Traducción: M. Muñoz).

Alain de Trenqualye & Dylan Cohen, laguna Teno (2017).


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