Año 7. Nº 2


 

ESTUDIO POBLACIONAL DE ECHINOPSIS ATACAMENSIS (CACTACEAE) EN LA REGIÓN DE TARAPACÁ (I), NORTE DE CHILE.

 

Raquel Pinto1 & Daniel Moscoso2

1 Dalmacia 3251, Iquique, Chile, raquelpinto@vtr.net, 2 Cariquima, comuna de Colchane, Chile, jiscasiso@hotmail.com

 

RESUMEN

 

Se da a conocer la distribución de Echinopsis atacamensis en Tarapacá  norte de Chile, en tres poblaciones en el sector altoandino de la Provincia de Iquique. Estas ocupan un área de 4800 ha en laderas N, NE y E de las sierras Chilani, Yarina y Huailla, distribuyéndose entre 3600 y 4000 m de altitud. Están formadas por individuos de todas las edades y presentan densidades promedio de 2 ejemplares/100 m² en los sectores de mayor concentración. Se analizan aspectos poblacionales, morfológicos, estructura de talla y estado de conservación, además de cobertura vegetacional en cada una de las sierras. Estas poblaciones de imponente belleza corresponden a las más vigorosas y abundantes de Chile por lo que urge tomar acciones para su  protección.

 

Palabras clave: Echinopsis atacamensis, Cactaceae, flora de Chile, flora del desierto de Atacama .

 

ABSTRACT

 

The distribution of Echinopsis atacamensis at Iquique´s highland in northern Chile is reported. They occur between 3600 and 4000 m altitude, in N, NE and E slopes of Chilani, Yarina and Huailla sierras, occupying around 4800 ha. In areas of higher concentrations they reach an average density of 2 individuals/100 m². Population structure, morphological aspects and conservation status are analyzed. Vegetational cover was also measured at each mountain range. These populations correspond to the most vigorous and abundant in Chile. Programs for their protection are most urgent, as well as important, to carry out.

Key Words: Echinopsis atacamensis, Cactaceae, flora of Chile, flora of the Atacama desert.

 

INTRODUCCIÓN

 

Echinopsis atacamensis (Phil.) Friedr. et Rowl. (= Trichocereus atacamensis (Phil.) W. T. Marshall) es un cactus de tipo columnar llamado comúnmente cardón o pasacana. Se distribuye en el suroeste de Bolivia, noreste de Argentina y en la zona altoandina de la I y II Región de Chile. Se reconocen dos subespecies:

- ssp. atacamensis citada para Chile en la II Región entre 21º 32’ y 23º 41’ S (Faúndez, 2002) y para Bolivia en laderas al oeste del Salar de Uyuni, Potosí (Navarro, 1996) y
 - ssp. pasacana (Weber) G. Navarro, citada para Argentina y Bolivia.

Estas difieren entre si por el tamaño y número de ramas, donde la ssp. atacamensis alcanza hasta 6 m de alto y generalmente no presenta  ramificaciones, mientras la ssp. pasacana es ramificada y alcanza mayores tamaños (Anderson, 2000).

Echinopsis  atacamensis esta considerada como Insuficientemente conocida en la I Región y Vulnerable en la II Región (Belmonte et al., 1998). Esta especie en la región de Tarapacá comparte el hábitat con otras cuatro especies de cactáceas: Opuntia ignescens, Opuntia soehrensii, Lobivia ferox y Maihueniopsis nigrispina. Las dos últimas corresponden a dos nuevos registros para la flora chilena recientemente descritos (Pinto, 2002 y Pinto, 2003).

 

MÉTODOS

 

En numerosos recorridos efectuados por la zona altoandina de Tarapacá se localizaron poblaciones de E. atacamensis sólo en la comuna de Colchane, provincia de Iquique, Región de Tarapacá (I). Se registraron tres poblaciones en los cordones montañosos conocidos como sierra Chilani, sierra Yarina y sierra de Huailla (Fig. 1). Estas sierras son cercanas entre sí estando separadas por no más de 7 km.

El muestreo se realizó en base a cuadrantes de 10 x 10 m distribuidos en forma secuencial a lo largo de transectos altitudinales hasta el último cardón,  tres en Chilani y Yarina  y uno en Huailla. En este último sitio los cuadrantes se distribuyeron separados cada 10 m y el transecto no llegó hasta el último cardón, por presencia de paredones verticales de difícil acceso. Se registró el número de individuos, el alto y el diámetro máximo del tronco, el estado fenológico, el número y largo de ramas, la distancia desde el suelo a la primera rama y la presencia-ausencia de otras especies de plantas asociadas al tronco. En cada cuadrante se contabilizó también el número de troncos talados.

Se determinaron cuatro categorías etarias en relación al tamaño de las plantas: reclutas, juveniles, adultos y adultos con ramas. Se consideraron como reclutas, los individuos hasta 10 cm de alto (Fig. 2) y que presentan forma globosa. Juveniles, los individuos hasta 2 m de alto que no han alcanzado la etapa reproductiva y que presentan el ápice con espinas largas, fuertes y naranja oscuro. Adultos, los individuos sobre los 2 m de alto con presencia de numerosas floraciones y que presentan el ápice blanco completamente peludo pero el tronco aún sin ramas. También consideramos adultos ejemplares en etapa de transición entre 1.50 y 2.00 m de alto en que han iniciado la etapa reproductiva y que muestran presencia de 1 a 3 flores y ápice con espinas cortas, débiles, amarillo claro y pelos blancos. Y por último individuos adultos con presencia de ramificaciones.

Paralelamente se registró la cobertura de la flora asociada a la población de Echinopsis a lo largo de un transecto lineal, altitudinal, en cada uno de los sitios de muestreo.

 

RESULTADOS

 

La Fig. 1 muestra la localización de las tres poblaciones de Echinopsis atacamensis registradas en la Región de Tarapacá. Estas se distribuyen en los 19º 21’ - 19º 32’ S y  68º 25’ - 68º 43’ W. La superficie total aproximada es de 4800 ha, correspondiendo 1000 ha en Chilani, 2.800 ha en Yarina y 1000 ha en Huailla; de las que 20 ha en Chilani, 80 ha en Yarina y 35 ha en Huailla corresponden a sectores con mayor concentración de individuos. Las poblaciones se desarrollan entre 3600 y 4100 m de altitud, en laderas de 25 o más grados de inclinación, de exposición N, NE y E. Existen sectores en que los cardones están restringidos a las quebradas, donde se distribuyen en ambas laderas independientemente de la exposición.

La Tabla 1 compara las tres poblaciones de Echinopsis estudiadas. Se midió un total de 365 individuos en 2,13 ha, estimándose un total de 31.000 ejemplares. En sectores de mayor densidad se estimó 97 ind/ha en Chilani, 214 ind/ha en Yarina y 280 ind/ha en Huailla. El rango de tamaño de los ejemplares medidos fue entre 2 cm y 10,5 m de alto. Se estimó una densidad promedio de 2 ind/100m², con sectores de hasta 10 ind/100m² (Fig. 3). El 48% corresponde a individuos juveniles (no reproductivos) de hasta 2 m de alto. Del total de adultos reproductivos el 51% corresponde a individuos adultos con presencia de ramificaciones (Fig. 4). Se detectó también del total de la población un 3% de individuos que presentaban dos o tres troncos desde la base. Un 30% de la población adulta (mayores de 2 m de alto) corresponden a ejemplares que han sido talados (Fig. 5) y un 2 % de ella presentan evidencias de proceso de extracción como tronco con signos de haber sido quemados, ápice cortado y cortes en la base del tronco hasta llegar al tejido lignificado.

 

Las Figuras 6 y 7 muestran la estructura de talla y la distribución de frecuencia del número y largo de ramas de Echinopsis atacamensis en cada una de las tres poblaciones. El número de ramificaciones primarias varía entre 1 a 4 encontrándose un ejemplar hasta con 8 ramas. Es posible también encontrar ejemplares con ramas secundarias, aunque son escasos.

Las ramificaciones alcanzan en promedio 1 m de largo, encontrándose algunos ejemplares con ramas de hasta 4 m de largo. La distancia a la primera rama se encuentra en promedio a los 2 m desde el suelo, variando desde 1,5 hasta 4,5 m.

 

La Fig.8 muestra la distribución porcentual de las cuatro categorías etarias en cada una de las poblaciones de Echinopsis. La composición por clases de altura fue diferente en cada una de las sierras: 3% de reclutas, 62% de juveniles, 35% de adultos en Chilani, 4% de reclutas, 39% de juveniles, 58% de adultos en Yarina, y 18% de reclutas, 40% de juveniles, 42% de adultos en Huailla.

 

La  formación vegetacional de estas sierras ocupa un porcentaje de cobertura relativamente baja y similar en las tres sierras, 15% en Chillani y 19% en Yarina y Huailla. Está compuesta por 18 especies siendo las más frecuentes Baccharis tola y Fabiana ramulosa (Fig. 9).

 

La flora asociada al tronco de Echinopsis está en función de la abundancia de éstas en cada una de las sierras. Del total de la población de Echinopsis menos de la mitad de los ejemplares (40%) presentaban plantas vasculares creciendo junto a su tronco, registrándose un total de 12 especies. Las más frecuentes coinciden con las especies más abundantes de esta formación vegetal. Pero si consideramos sólo Echinopsis juveniles menores de 50 cm de alto, se registran sólo 6 especies, siendo los cactus Opuntia ignescens, Opuntia soehrensii y el arbusto Baccharis tola los más frecuentes y podrían estar actuando como plantas nodriza (Tabla 2).

 

DISCUSIÓN

 

Echinopsis atacamensis se encuentra presente en sólo dos regiones administrativas de Chile, Tarapacá y Antofagasta. En Tarapacá ocupa un área 20 veces menor que en Antofagasta (Pino,  2004, obtenido de Faúndez et al. (2001). La tasa de regeneración de las poblaciones expresada en porcentaje de individuos menores de 50 cm de alto alcanza rangos similares en ambas regiones, entre 11 y 33% en Tarapacá y entre 18 y 43% en Antofagasta (Pino, 2004). Esto es más alentador que lo citado por Hoffmann (1989), Belmonte et al. (1998), Faúndez (2002) que indican una escasa y evidente falta de regeneración de esta especie.  Sin embargo, existen dos claras diferencias entre las poblaciones de Tarapacá y Antofagasta, el rango altitudinal y la densidad. En Tarapacá se distribuyen entre 3600 y 4100 m, en cambio en Antofagasta ésta crece a menores altitudes (3200 a 3500 m). Las poblaciones de Echinopsis en Tarapacá presentan densidades promedio entre 97 y 280 ind/ha, en cambio en Antofagasta se registran entre 74 y 113 ind/ha (Pino, 2004). Las poblaciones de Tarapacá corresponden así a las de mayor densidad en el país.

 

Faúndez (2002) hace referencia a que “la población de Echinopsis atacamensis de Cariquima puede corresponder a E. atacamensis var. pasacana o a otra especie distinta, pero en ningún caso a la variedad típica la cual únicamente se desarrolla en la Provincia del Loa”. Creemos que los criterios basados sólo en el tamaño de la planta y número de ramificaciones son insuficientes para hacer una diferenciación entre subespecies, ya que la regeneración de la población (individuos jóvenes no ramificados) y la acción antrópica (destrucción de los grandes ejemplares ramificados) modifican estos factores. Debemos considerar además las diferencias ambientales en cuanto a factores como altitud y aridez que se traducen en variaciones del fenotipo. A primera vista pareciera que la población del altiplano de Iquique es mayoritariamente de tallo simple, 73% del total de la población respecto del 43% registrado por Pino (2004) en Antofagasta. Pero si se consideran sólo los adultos, que son los que se ramifican, la proporción de adultos con y sin ramas es igual (48 y 52%). Por otro lado, las poblaciones de Echinopsis atacamensis de la I y II Región están aisladas en el territorio chileno, separadas por alrededor de 230 km. Sin embargo, éstas se continúan por el lado boliviano, por lo que el aislamiento geográfico no es tal como para pensar en que haya ocurrido subespeciación. Esto coincide con la opinión de Roberto Kiesling y Fabián Font quienes consideran que no existen subespecies de Echinopsis atacamensis (com. pers.).

 

Los ejemplares de Echinopsis menores de 50 cm de alto se encuentran frecuentemente asociados a cojines de Opuntia (15%) y a grietas en las rocas (31%). El hecho de encontrar cardones reclutas tan pequeños en Huailla (2 cm de diámetro) se debe a que por la gran pendiente del terreno hay un alto grado de erosión haciendo fácil encontrar estos pequeños en la tierra. Debe haber un porcentaje alto de estos pequeños que probablemente se encuentren protegidos bajo arbustos o cojines de Opuntia que no fueron detectados en este estudio. El 3% de la población de Echinopsis presenta dos a tres troncos desde la base, lo que podría tener origen probablemente en germinaciones muy cercanas.

 

Al comparar la estructura de tamaño y densidad en las tres poblaciones es posible poner en evidencia que la intervención antrópica  repercute en el estado de conservación de ellas. Así, la sierra Chilani, cercana al poblado de Cariquima, es la que presenta los individuos de menor tamaño, registra una menor densidad y una mayor proporción de ejemplares dañados, en proceso de extracción. Sin embargo, las tres poblaciones muestran porcentajes similares de ejemplares talados. La densidad de las poblaciones de Echinopsis aumenta hacia el este siendo menor en Chilani, mayor en Yarina y mayor aún en Huailla donde la población se extiende hacia Bolivia. Esto podría ser el resultado de la intervención antrópica o deberse a que la población chilena está en el límite nor-poniente de distribución de esta especie.

 

Ancianos lugareños refieren que en sectores cercanos a los pueblos, las poblaciones de pasacana han disminuido notoriamente hasta desaparecer totalmente en algunos casos, como ocurrió en la quebrada aledaña al poblado de Chijo. Esta disminución se aprecia también en la quebrada de Ancovinto cercana al poblado del mismo nombre y en el cerro Jilimani cercano al poblado de Cariquima..

 

No se registró mortalidad natural de esta especie pero sí se detectaron algunos ejemplares que presentaban signos de deterioro como adelgazamiento del tallo cerca del ápice, ápice grisáceo o tallo inclinado. El alto porcentaje (30%) de individuos talados es producto de la acción a través de los años. Sin embargo, existen evidencias de talas recientes por el colorido de la madera y por los restos de tejido diseminados en los alrededores del tronco. Esto indica que continúa la extracción para la venta de esta madera. Por último, la tala de cardones en vivo sin la quema previa permite que la plantas rebroten (Fig. 10). Esta modalidad de tala podría haberse ocupado como una medida de manejo sustentable de las poblaciones.

Actualmente el pueblo aymara ya no utiliza esta madera para la construcción, por el fácil acceso al puerto de Iquique. Sin embargo, en los últimos años ha habido un incremento en la extracción de estos cactus siguiendo el ejemplo de la Municipalidad de Iquique que el año 2000 trasladó 100 ejemplares de esta especie desde sierra Yarina en Panavinto, a la playa Cavancha en Iquique con fines de paisajismo urbano. Cuatro años después los cardones están muy deteriorados (Figura 11). Solo sigue en pie la mitad de las plantas originales y de estas sólo el 8% conserva el ápice algo blanco como signo de sobrevivencia.

 

Echinopsis atacamensis no está representado en ningún área protegida del país, ni tampoco considerada entre los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad de la I Región. Nos preocupa el importante auge de la minería en la zona, la explotación de esta especie y la escasa regulación de los organismos gubernamentales para proteger los ecosistemas. A pesar de que estas poblaciones se ven vigorosas y en crecimiento están muy restringidas a un sector de la comuna de Colchane. Creemos primordial realizar acciones para la conservación de estas tres poblaciones de Echinopsis atacamensis que constituyen un hermoso patrimonio natural.

 

AGRADECIMIENTOS

 

Agradecemos a Federico Luebert, Fabián Font y Roberto Kiesling por sus opiniones y apoyo bibliográfico. A Iván Barría por la confección del mapa.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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     Citar este artículo como: Pinto, R. & D. Moscoso. 2004.  Estudio poblacional de Echinopsis atacamensis (Cactaceae) en la Región de Tarapacá (I), norte de Chile. Chloris Chilensis Año 7. Nº 2. URL: http://www.chlorischile.cl


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