Año 7. Nº 2

ANTECEDENTES SOBRE LA VEGETACIÓN DE LA CORDILLERA DE LOS PATOS,
ANDES DE CHILE CENTRAL (REGIÓN DE VALPARAÍSO, V).

 F. Luebert y R. Gajardo
Departamento de Silvicultura,
Facultad de Ciencias Forestales, Universidad de Chile.
Casilla 9206, Santiago. e-mail: fluebert@uchile.cl

 RESUMEN

 Se propone una clasificación general para las formaciones vegetacionales presentes en la cordillera de Los Patos, un sector de la cordillera de Los Andes de  Chile Central, basada en datos de terreno. Las unidades de vegetación que se identificaron son: bosque espinoso abierto de algarrobo y espino, matorral espinoso de talhuén y espinillo, bosque esclerofilo de frangel, matorral bajo de chuquiraga, matorral bajo pulvinado de llaretilla y michay de cordillera, matorral-pajonal de llareta y coirón amargo, desierto de los acarreos, matorral esclerofilo de quebradas, matorral espinoso de varilla brava y vegas de juncáceas.

Palabras clave: flora de Chile, flora de la cordillera de Los Andes, Adesmia pinifolia, Alstroemeria spathulata, Mimulus depressus

 ABSTRACT

 A general classification for the vegetational formations of the ordillera de Los Patos at the Andes of Central Chile based on field data is proposed. The identified vegetational units are: open thorny forest of algarrobo and espino, thorny scrub of talhuén and espinillo, sclerophyllous forest of frangel, dwarf scrub of chuquiraga, dwarf cushion scrub of llaretilla and michay de cordillera, scrub-grassland of llareta and coirón amargo, desert of the steep stony slopes, sclerophyllous scrub of the streams, thorny scrub of varilla brava and wetlands with Juncaceae.

Key words: flora of Chile, flora of the cordillera de Los Andes, Adesmia pinifolia, Alstroemeria spathulata, Mimulus depressus

 INTRODUCCIÓN

 La vegetación de los Andes de Chile Central ha recibido escasa atención en estudios descriptivos, aunque en los últimos años se han realizado algunos aportes a su mejor conocimiento (Teillier et al. 1994, Muñoz-Schick et al. 2000, Cavieres et al. 2000, Aravena 2002), todavía de manera muy incipiente. La cuenca superior del río Aconcagua es particularmente desconocida respecto a su flora y vegetación, a pesar que el paso de Uspallata ha sido un área muy recorrida por los exploradores botánicos (véase del Vitto et al. 1992).

 El propósito de esta comunicación, es informar de algunas observaciones sobre la vegetación de la Cordillera de Los Patos, cuenca superior del río Putaendo, recogidas durante una expedición realizada por el colectivo Cruz del Sur en febrero y marzo de 2001.    

 MATERIALES Y MÉTODOS

 El estudio se realiza en el sector de la cordillera de Los Patos, ubicada en las partes medias y altas de los Andes de Chile, a la latitud de Putaendo (32º39' S) en el área definida por las cuencas de los ríos Chalaco y Rocín, ambos afluentes del río Putaendo, entre la confluencia de ambos ríos, en el sector llamado Resguardo de Los Patos, y el límite con Argentina
(Fig. 1). 

 Se efectuaron prospecciones geobotánicas en transectos altitudinales, donde se registró la composición de especies principales en cada una de las zonas ecológicamente homogéneas que fueron cubiertas por los transectos, así como las condiciones del ambiente en que se desarrollaban. La comparación de esta información con los antecedentes publicados para otras zonas montañosas de los Andes de Chile Central (e.g. Meigen 1893, Hauman 1919, Looser 1932, Grandjot y Grandjot 1936, Quintanilla 1978, 1980, 1981; Teillier et al. 1994, Muñoz-Schick et al. 2000, Cavieres et al. 2000, Aravena 2002) permite deducir las unidades de vegetación presentes en el área, a partir de criterios de composición florística y fisionomía. La denominación de las unidades está basada en la propuesta de Gajardo (1994) para las formaciones vegetacionales de Chile.

 Se realizaron los siguientes transectos durante los meses de febrero y marzo de 2001: Resguardo de Los Patos-Los Maitenes (32°30'S,70°37'O - 32°26'S,70°29'O, 1240-2180 m), Los Maitenes-Paso Las Llaretas (32°26'S,70°29'O - 32°21'S,70°14'O, 2180-3390 m), Vega Yegua Helada-Cajón de Videla-Vega Los Ciénagos (32°23'S,70°19'O - 32°20'S,70°22'O, 3220-2650 m) y paso de Los Patos -resguardo de Los Patos (32°50'S,70°05'O - 32°30'S,70°37'O, 3300-1240 m). Los materiales recolectados se depositaron en el herbario EIF.

 Para cada una de las unidades de vegetación identificadas se hace mención de su distribución geográfica, sobre la base de referencias bibliográficas seleccionadas.

 RESULTADOS

 Unidades de vegetación

Se identificaron 10 unidades de vegetación que corresponden a entidades fisonómicamente homogéneas con especies dominantes específicas. La Tabla 1 muestra la ubicación de las especies observadas en las unidades.

 Vegetación zonal

 1. Bosque espinoso abierto de algarrobo y espino
(Fig. 2). Cobertura 40-60%, dominada por los árboles Acacia caven (espino), Prosopis chilensis (algarrobo) y los arbustos Proustia cuneifolia, Baccharis linearis y Schinus polygama. Ocasionalmente aparecen Quillaja saponaria y Echinopsis chiloensis con una participación localmente importante en la comunidad. Se encuentra ampliamente repartida en las laderas asoleadas del sector de resguardo de Los Patos entre 1240 y 1500 m. En las partes más altas, sobre 1400 m, Schinus polygama presenta un notable incremento en su abundancia llegando a ser la especie dominante exclusiva. Este tipo de vegetación, comúnmente conocido como espinal, es característico de las zonas bajas de la depresión intermedia de Chile central (Meigen 1893, Hastings 1905, Looser 1962, Follmann y Matte 1963, Rundel 1981, Etienne 1985, Gajardo 1994) y ha estado permanentemente sometido a fuertes presiones antrópicas, principalmente cambio de uso de la tierra (Fuentes et al. 1989, Ovalle et al. 1996). Comunidades afines también dominadas por Acacia caven, aunque florísticamente más ricas, están presentes en las sierras de Córdoba, Argentina (Cabido y Acosta 1986, Vischi et al. 1999). 

 2. Matorral espinoso de talhuén y espinillo
Cobertura 30-60%, dominada por los arbustos espinosos Trevoa quinquinervia (talhuén, Fig. 3), Adesmia confusa (espinillo),  Schinus polygama, Colliguaja odorifera,
C. integerrima. Es frecuente la presencia de Tristerix corymbosus y ocasionalmente aparecen Quillaja saponaria, Schinus montanus y Kageneckia angustifolia. Presente en las laderas asoleadas del valle del río Chalaco entre 1500 y 2000 m, donde probablemente la vegetación potencial es un bosque de Kageneckia angustifolia que actualmente se encuentra muy alterado, expresándose sólo los elementos de las etapas sucesionales de sustitución que constituyen este matorral. Alrededor de 1900 m comienza a manifestarse la presencia de Tetraglochin alatum, propio del matorral bajo de chuquiraga, característico del piso altitudinal superior. No existen antecedentes sobre la distribución de este tipo de vegetación, pero se ha reportado su presencia para el sur de la región de Coquimbo, en el sector de Salamanca, en áreas fuertemente perturbadas (Dubroeucq y Livenais 2004).

 3. Bosque esclerofilo de frangel
Cobertura 50-80%, dominado por Kageneckia angustifolia (frangel, Fig.4), Colliguaja integerrima, Proustia cuneifolia y Mulinum spinosum. Ocasionalmente se encuentran algunos individuos del arbusto Fabiana imbricata. Presente en las laderas del cajón del río Rocín, en una estrcha franja altitudinal entre 1900 y 2100 m. Inmediatamente bajo los 1900 m se encuentran los elementos característicos del matorral espinoso de talhuén y espinillo, los que probablemente están invadiendo, desde una posición basal, los ambientes propios del bosque esclerofilo de frangel, tal como se observa en el cajón del río Chalaco. Esto último podría ser consecuencia del efecto combinado de la acción humana, que históricamente ha provocado la degradación de los bosques de frangel, y del cambio climático global que estaría forzando el desplazamiento altitudinal de las comunidades bióticas. Este tipo de vegetación es característico del piso subandino (1400-2200 m) de Chile central, donde se encuentra ampliamente repartido (Philippi 1875, Meigen 1893, Quintanilla 1978, 1980, 1981, Rundel 1981, Etienne 1985, Muñoz-Schick et al. 2000, Aravena 2002, Dubroeucq y Livenais 2004).

 4. Matorral bajo de yerba blanca (Chuquiraga  oppositifolia)
(Fig. 5). Cobertura (20) 40-50%, dominado por Chuquiraga oppositifolia, Mulinum spinosum, Tetraglochin alatum, y Nardophyllum lanatum. Se encuentra en el sector de Los Maitenes en la parte alta del cajón del río Chalaco y en el cajón del río Rocín, entre  2000 y 2500 m. En el sector de Los Maitenes son frecuentes, además de las especies ya mencionadas, Acaena splendens, Guindilia trinervis, Schinus montana y pequeños parches de Fabiana imbricata, que ocupan, en las partes bajas, áreas con potencialidad boscosa para Kageneckia angustifolia. En el cajón del río Rocín también es posible observar la presencia de Viviania marifolia, Ephedra chilensis, Anarthrophyllum cumungii, Junellia scoparia y Anisomeria coriacea. En las situaciones de mayor elevación, la presencia de Berberis empetrifolia y Adesmia aegiceras marcan la transición al piso vegetacional superior. El matorral dominado por Chuquiraga oppositifolia está ampliamente distribuido en los Andes de Chile central por sobre los 2000 m de elevación (Meigen 1893, Reiche 1897, Vidal y Silva 1925, Looser 1932, Grandjot y Grandjot 1936, Quintanilla 1978, 1980, 1981, Cavieres et al. 2000, Muñoz-Schick et al. 2000, Aravena 2002).   

5. Matorral bajo pulvinado de llaretilla y michay de cordillera
(Figura 6). Cobertura 20-30%, caracterizado por Laretia acaulis (llaretilla), Berberis empetrifolia (michay de cordillera), Senecio donianus, Mutisia sinuata, Phacelia secunda, Haplopappus scrobiculatus y Nassauvia uniflora. También están presentes, siendo dominantes en algunos casos, Adesmia aegiceras, Chuquiraga oppositifolia, Tetraglochin alatum, Nardophyllum lanatum y Ephedra chilensis. Ocasionalmente se observan Schizanthus hookeri y Cynanchum nummulariifolium, que son localmente abundantes. Esta unidad se encuentra ampliamente repartida entre 2500 y 3100 m. Fue observada en el sector del Paso El Cusco (entre Los Maitenes y Vega Yegua Helada), Cajón de Videla y Cajón del río Rocín. Los matorrales pulvinados con Laretia acaulis también están distribuidos ampliamente en Chile central, donde han sido reportados desde la Región del Maule hasta el área del presente estudio (Meigen 1893, Reiche 1897, Vidal y Silva 1925, Pirion 1930, Looser 1932, Grandjot y Grandjot 1936, Quintanilla 1978, 1980, 1981, Cavieres et al. 2000, Muñoz-Schick et al. 2000, Aravena 2002).     

 6. Matorral-pajonal de llareta y coirón amargo
(Figs. 7 y 8). Cobertura 10-30%, se caracteriza por la presencia de Azorella madreporica (llareta), Adesmia aegiceras, Nassauvia pyramidalis, Stipa chrysophylla (coirón amargo), Hordeum comosum, Perezia carthamoides, Astragalus pehuenches, A. vesiculosus, Senecio donianus, Adesmia subterranea y A. echinus. En algunas partes son frecuentes Azorella cryptantha (Fig. 96) y Discaria nana, formando poblaciones puras, mientras que en sectores de depositaciones de cenizas volcánicas, es frecuente la presencia de la escarapela, Viola aff. sempervivum. Se distribuye en todos los sectores sobre 3100 m. Este tipo de vegetación ha sido reportado para los Andes de Santiago, Chile Central (Meigen 1893, Muñoz-Schick et al. 2000) y para el área altoandina de la provincia de Mendoza (Ambrosetti et al. 1986).

 Vegetación intrazonal

 7. Desierto de los acarreos
(Figura 9). Cobertura 5-10 %, compuesto por Malesherbia lirana var. lirana, Alstroemeria spathulata, Loasa pallida y Oreopolus palmae. Habita en los acarreos pedregosos, que son frecuentes por sobre 2700 m. No hay antecedentes directos sobre la distribución geográfica de este tipo de vegetación. Alstroemeria spathulata alcanza en esta zona el límite norte de su distribución (véase Muñoz-Schick y Moreira-Muñoz 2003: 87). 

 8. Matorral esclerofilo de quebradas
(Figura 10). Cobertura 90-100%, dominado por Maytenus boaria, Escallonia myrtoidea, Senecio glaber, Discaria trinervis, Baccharis poeppigiana y B salicifolia. Se encuentra en los fondos de quebrada con curso permanente de agua, especialmente en los cajones de los ríos Chalaco y Rocín, entre 1500 y 2200 m. Este tipo de vegetación parece ser común en los Andes de Chile central y ha sido reportado para la cordillera de Santiago (Meigen 1893, Grandjot y Grandjot 1936). Comunidades muy afines, también  riparias, dominadas por Discaria trinervis, están presentes en los Andes de la provincia de Mendoza, Argentina (Martínez-Carretero 2000).   

 9. Matorral espinoso de varilla brava.
Cobertura 70-80%, dominado exclusivamente por Adesmia pinifolia, con presencia de Nicotiana corymbosa, Jaborosa caulescens, Nardophyllum lanatum, Tetraglochin alatum y Chuquiraga oppositifolia. Localmente abundante en las inmediaciones de la Vega Los Ciénagos entre 2500 y 2700 m, asociado a sustratos higromórficos del fondo del cajón del río. Llama la atención por la elevada cobertura de la vegetación en un entorno donde los matorrales zonales no superan el 40 %. Parece ser una versión empobrecida de algunas comunidades de la vertiente oriental de los Andes de Mendoza, donde está ampliamente repartida (Ambrosetti et al. 1986, Roig 1998). En Chile es muy escasa: sólo había sido descrita para la cuenca superior del río Maipo (Fig. 11) (Muñoz-Schick et al. 2000), siendo esta la primera cita para la Región de Valparaíso, que marca el límite norte de Adesmia pinifolia en Chile.

10. Vegas de juncáceas
(Fig. 12). Cobertura 80-100%, caracterizado por Oxychloe andina, Patosia clandestina, Deschampsia venustula, Lobelia oligophylla, Werneria pygmaea, Gentiana prostrata, Plantago barbata, Calceolaria filicaulis subesp. luxurians, Mimulus depresus var. depressus y un conjunto diversificado de otras juncáceas, ciperáceas y gramíneas.  Corresponde a paños continuos de vegetación turbosa compuesta por plantas almohadilladas sobre sustratos orgánicos acuosos de origen glacial. El elenco florístico es muy similar al de las vegas y bofedales del altiplano tropical, pero la presencia de Patosia clandestina singulariza las comunidades de vega propias de los Andes Mediterráneos (Ruthsatz 1993). En el área de estudio las más importantes en términos de superficie son la vega El Cusco (2700 m), vega Yegua Helada (3220 m) y vega Los Ciénagos (2650 m), pero es posible observar con cierta frecuencia algunos enclaves turbosos más pequeños. La presencia de Oxychloe andina, también citada por Ruthsatz (1993), podría interpretarse como un error sistemático de identificación (S. Teillier, comunicación personal), ya que en las zonas altoandinas adyacentes de Argentina una de las especies más frecuentes en las vegas es Oxychloe bisexualis Kuntze [º Andesia bisexualis (Kuntze) Hauman] (Hunziker 1952, Roig 1972), especie que, según Marticorena y Quezada (1985) no ha sido reportada para Chile.

 NUEVOS LÍMITES DE DISTRIBUCIÓN

Adesmia pinifolia H. et A.
Nuevo límite norte. De acuerdo con Ulibarri y Burkart (2000) y Muñoz-Schick et al. (2000), sólo había sido previamente colectada en Chile para la Región Metropolitana. Exs.: Sector vega Los Ciénagos, 2650 m, 01/03/2001, F. Luebert 1498 (EIF).

 Alstroemeria spathulata K. Presl.
(Fig.13). Nuevo límite norte. Sólo era conocida para las cercanías de Portillo y Saladillo (Bayer 1987). Muñoz-Schick y Moreira-Muñoz (2003: 87) se basan en el material colectado en este trabajo para la indicación de su rango de distribución. Exs.: Cajón de Videla, 2740 m, 01/03/2001, F. Luebert 1496 (SGO), Ladera río Chilón, 2900 m, 02/03/2001, F. Luebert 1500 (SGO).

Mimulus depressus Phil. var. depressus
Nuevo límite sur. Ampliamente citada para el área andina del norte de Chile hasta la provincia de Choapa por el sur (von Bohlen 1995). Exs.: Vega Yegua Helada, 3220 m, 28/02/2001, F. Luebert 1483 (EIF).

 Posición fitogeográfica de la vegetación de la cordillera de los Patos
Todas las unidades de vegetación zonal identificadas presentan su rango de distribución latitudinal entre 31°S y 35°S.

Las zonas bajo 2000 m de elevación, presentan tipos de vegetación zonal endémicos de Chile central, los que a su vez muestran afinidades con la vegetación chaqueña de la provincia fitogeográfica del Monte, Argentina. Estos tipos de vegetación son claramente referibles a la provincia biogeográfica de chilena central, que ha sido reconocida por numerosos autores; limitan hacia el norte con matorrrales dominados por Flourensia thurifera, que marcan la transición hacia las comunidades propias de la provincia del desierto de Atacama; hacia el sur limitan con la vegetación de bosques decíduos de Nothofagus, que corresponderían, aunque bajo discusión, a la provincia biogeográfica subantártica. 

Los tipos de vegetación situados sobre 2000 m de elevación, no han sido claramente circunscritos desde el punto de vista fitogeográfico, siendo atribuidos a diferentes provincias según cada autor, incluyendo entre ellas la provincia chilena central. De acuerdo con la distribución geográfica de los tipos de vegetación, la noción de elemento andino- mediterráneo podría circunscribir una provincia fitogeográfica separada, que incluya las zonas altas de Los Andes de Chile y Argentina entre 28°S y 35°S, en concordancia con los datos proporcionados por Martínez-Carretero (1995), pero cuyos limites, afinidades y elementos característicos están todavía por definir a la luz de antecedentes coronómicos y filogenéticos.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos al colectivo Cruz del Sur, y en forma muy especial a Francisco Gazitúa, responsable del proyecto.

 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

AMBOSETTI, J.A., L.A. DEL VITTO Y F. ROIG. 1986. La vegetación del paso de Uspallata, Provincia de Mendoza, Argentina. Veröff. Geobot. Inst. ETH, Stiftung Rübel, Zürich 91: 141-180.

 ARAVENA, X. 2002. Caracterización florística y vegetacional del Santuario de la Naturaleza Yerba Loca (Lo Barnechea, Región Metropolitana). Tesis Ing. Forestal, Universidad de Chile. Santiago.

 BAYER, E. 1987. Die Gattung Alstroemeria in Chile. Mitt. Bot. Staatssamml. München 24: 1-362.

 CABIDO, M. Y A. ACOSTA. 1986. Contribución al conocimiento fitosociológico del sub-piso superior de pastizales y bosquecillos de altura de las sierras de Córdoba. Ver. Geobot. Inst. ETH, Stiftung  Rübel, Zürich 91: 118-140.

 CAVIERES, L., A. PEÑALOZA Y M.T. KALIN ARROYO. 2000. Altitudinal vegetation belts in the high-Andes of central Chile (33°S). Revista Chilena de Historia Natural 73: 331-344.

 DEL VITTO, L.A., E.M. PETENATTI Y M. MUÑOZ-SCHICK. 1992. Notas sobre la exploración botánica del extremo sur de América. II. El paso de Uspallata o de La Cumbre: viajeros y botánicos entre Argentina y Chile. Documents Phytosociologiques 14: 467-488.

 DUBROEUCQ, D. Y P. LIVENAIS. 2004. Land cover and land use changes in relation to social evolution - a case study from Northern Chile. Journal of Arid Environments 56: 193-211.

 ETIENNE, M. 1985. La forêt méditerranéenne du Chili. Forêt Méditerranéenne 7 (1): 65-68.

 FOLLMANN, G. Y V. MATTE. 1963. Estepas sin jirafas. Boletín Universidad de Chile 42: 45-48.

 FUENTES, E., R. AVILÉS Y A. SEGURA. 1989. Landscape change under indirect effects of human use: the savanna of central Chile. Landscape Ecology 2:73-80.

 GAJARDO, R. 1994. La vegetación natural de Chile. Clasificación y distribución geográfica. Editorial Universitaria. Santiago.

 GRANDJOT, G. Y K. GRANDJOT. 1936. Der Potrero Grande in der Kordillere von Santiago. Verhandlungen des deutschen wissenschaftlichen Vereins zu Santiago (Chile) Neue Folge 3: 30-66.

 HASTINGS, G.T. 1905. Observations on the flora of central Chile. Bulletin of the Torrey Botanical Club 32: 615-623.

 HAUMAN, L. 1919. La végétation de hautes cordillères de Mendoza. Anales Sociedad Científica Argentina 86:121-188, 225-348.

 HUNZIKER, J.H. 1952. Las comunidades vegetales de la cordillera de La Rioja. Revista de Investigaciones Agrícolas 6: 167-196.

 LOOSER, G. 1932. Excursión botánica y zoológica a la alta cordillera de Las Condes. Anales de la Universidad de Chile (3a Serie) 2: 275-301.

 LOOSER, G. 1962. La importancia del algarrobo (Prosopis chilensis) en la vegetación de la provincia de Santiago, Chile. Revista Universitaria 47: 103-116.

MARTICORENA, C. Y M. QUEZADA. 1985. Catálogo de la Flora Vascular de Chile. Gayana Botánica 42: 1-157.

MARTÍNEZ-CARRETERO, E. 1995. La Puna Argentina: delimitación general y división en distritos florísticos. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 31: 27-40.

MARTÍNEZ-CARRETERO, E. 2000. Vegetación de los Andes centrales de la Argentina. El valle de Uspallata, Mendoza. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 34: 127-148.

 MEIGEN, F. 1893. Skizze der vegetationverhältnisse von Santiago un Chile. Botanische Jahrbücher 17: 199-294. 

 MUÑOZ-SCHICK, M. Y A. MOREIRA-MUÑOZ. 2003. Alstroemerias de Chile. Diversidad, distribución y conservación. Taller La Era, Santiago.

 MUÑOZ-SCHICK, M., A. MOREIRA-MUÑOZ, C. VILLAGRÁN Y F. LUEBERT. 2000. Caracterización florística y pisos de vegetación en los Andes de Santiago, Chile Central. Boletín Museo Nacional de Historia Natural 49: 9-50.

 OVALLE C., J. AVENDAÑO, J. ARONSON Y A. DEL POZO. 1996. Land occupation patterns and vegetation structure in the anthropogenic savannas (espinales) of central Chile. Forest Ecology and Management 86: 129- 139.

 PHILIPPI, R. A. 1875. Excursión al cajón de los Cipreses en la Hacienda de Cauquenes (Rancagua). Anales de la Universidad de Chile 47: 651-670.

 PIRION, A. 1930. Excursión a la cordillera de Tinguiririca. Revista Chilena de Historia Natural 34: 170-180.

 QUINTANILLA, V.G. 1978. El escalonamiento vegetal de los Andes Occidentales a la latitud de Valparaíso (33º S). Informaciones Geográficas 25: 53-66

 QUINTANILLA, V. 1980. Observaciones fitogeográficas en la alta cordillera de Santiago. Revista Geográfica de Chile Terra Australis 24: 15-26.

 QUINTANILLA, V. 1981. Fitogeografía de la cuenca superior del río Maipo, Chile central. Revista Geográfica de Chile Terra Australis 25: 57-73.

 REICHE, K. 1897. Vorläufige Mitteilung über die Flora in den chilenischen Cordilleren von Curicó und Linares. Botanische Jahrbücher 23: 610-611.

 ROIG, F. 1972. Bosquejo fisionómico de la vegetación de la provincia de Mendoza. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 13 (Supl.): 49-80.

 ROIG, F. 1998. La vegetación de la Patagonia. En: Flora Patagónica, Parte I (Correa, M., ed.), pp 48-166. Colección Científica INTA, Buenos Aires.

 RUNDEL, P.W. 1981. The matorral zone of Central Chile. In: Mediterranean type shrublands (di Castri, F. y F.D. Goodall, eds.), pp. 175-201. Elsevier, New York.

 RUTHSATZ, B. 1993. Flora und oekologische Bedingungen hochandiner Moore Chiles zwischen 18 degree 00' (Arica) und 40 degree 30' (Osorno) suedl. br.  Phytocoenologia 23: 157-199.

 TEILLIER, S., HOFFMANN, A.J., SAAVEDRA, F. Y PAUCHARD, L. 1994. Flora del Parque Nacional El Morado. Gayana Bot. 5: 13-47.

 ULIBARRI, E. Y A. BURKART. 2000. Sinopsis de las especies de Adesmia (Leguminosae, Adesmieae) de la Argentina. Darwiniana 38: 59-126.

 VIDAL, R. Y R. SILVA. 1925. Escursión botánica a la cordillera andina. Anales de la Universidad de Chile (2ª serie) 3: 280-316.

 VISCHI, N., A. OGGERO, A.L. CORREA Y S. SUÁREZ. 1999. Comunidades vegetales del bosque serrano y su asociación con factores edáficos (sierra de Comechingones-Córdoba). Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 34: 107-112.

 VON BOHLEN, C. 1995. El género Mimulus L. (Scrophulariaceae) en Chile. Gayana Botánica 52: 7-28.



Citar este trabajo como: LUEBERT, F. & R. GAJARDO. 2004. Antecedentes sobre la vegetación de la cordillera de los Patos, Andes de Chile central (Región de Valparaíso,V). Chloris Chilensis Año 7. Nº 2. URL: http://www.chlorischile.cl


Volver a la portada