INTRODUCCION

"Las orquídeas chilenas no poseen la belleza deslumbrante de las tropicales. Sus flores son pequeñas, con los labelos de forma general trilobulada y con pétalos que, salvo excepciones, varían muy poco. Sin embargo, los pocos chilenos que las conocen y las estudian no han podido sustraerse a su fascinación ".

La falta de reconocimiento se extiende incluso a los habitantes del campo, ya que sólo dos o tres de ellas tienen nombres indígenas. En 1910, Carlos Reiche decía: "Es un hecho tan deplorable como extraño que todas las publicaciones que versan sobre la vegetación de Chile, son deficientes con respecto a las orquídeas. Ya en la primera exposición general que Claudio Gay hizo de la flora de Chile (1849), el contingente relativo a las orquídeas es una de las colaboraciones mas débiles. Sin embargo, habrá pocas familias que menos merezcan tan manifiesto descuido, pues con casi 75 especies distribuidas en 7 géneros desempeñan un rol importante en el catálogo de la flora chilena. La razón de esta omisión aparente de la que muy en contra de su voluntad se hicieron culpables los autores respectivos, está en la dificultad de describir estas plantas sobre las muestras desecadas de herbario, y de reconocer ejemplares vivos en vista de  las descripciones hechas de material seco de los museos". Esta situación se mantiene hasta hoy día.

Reiche (1910), daba cuenta de las dificultades que se experimentan al describir las especies de orquídeas con base en muestras herborizadas y al intentar identificar ejemplares vivos con unas descripciones que no incluyen información sobre colores. Con base en material de herbario tambien surgen dificultades al estudiar la disposición de las piezas del perigonio. Estos aspectos fueron responsables, en importante medida, de que las publicaciones sobre la flora de Chile respecto de las Orchidaceae fueran escasas y deficientes. El mismo autor expresaba que la desecación corriente de los herbarios convierte a estas plantas hermosísimas en monstruos deformados, de un color uniforme pardo y aseveraba que si la monografía de Kraenzlin fue deficiente en varios aspectos, ello ocurrió en razón a que su revisión se basó sólo en muestras de herbario. Para solucionar este problema, el mismo Reiche recomendaba hacer dibujos de la disposición de los tépalos en la flor fresca, dejar constancia de su colorido (usando la chromotaxia de Saccardo) y hacer acuarelas de la flor viva. También diseñó un método de conservación, montando las muestras vivas sobre placas de vidrio que instaladas en cilindros de vidrio espaciosos rellenos con formalina al 4%, si bien de esta manera también se perdía el color verdadero del perigonio, se podía conservar fielmente la forma natural.

Por las dificultades indicadas, entre los investigadores de las orquídeas, existe el sentimiento de que los botánicos, han rehuido su estudio en Chile. A pesar de ello algunos científicos importantes se ocuparon con las orquídeas chilenas, entre ellos, Lindley, Poeppig, Haumann, Richard, R. A. Philippi, Kraenzlin y Reiche. Entre los científicos actuales, citamos los trabajos de Correa y Van Nieuwenhuizen, quien ha recorrido el país realizando prospecciones de poblaciones en terreno y haciendo un registro de imágenes, que aún no ha sido publicado. Entre los colectores han destacado Bridges, Commerson, Cumming, Gaudichaud, Matthews, Mc Rae y Tweedie.

La publicación en Internet de revisiones botánicas que incluyen imágenes digitales permite disponer, en forma permanente, de un medio donde se puedan acompañar a las descripciones morfológicas con imágenes en color real y tomadas del material fresco. Además, se pueden publicar imágenes que provean de información sobre el entorno. Por ello las revistas botánicas on-line, pueden considerarse como jardines botánicos virtuales, aunque, por cierto, no permiten conservar información sobre los aromas ni las texturas.

Nota a 2020: desde que este sitio fue subido a la web se ha notado un resurgir del interés por el estudio de las orquídeas chilenas. Este interés se ha manifestado en la publicación de tres libros importantes:

Novoa, P., Espejo, J., Cisternas, M., Rubio, M. & E. Domínguez. 2006. Guía de campo de las orquídeas chilenas. Ed. Corporación Chilena de la Madera. Concepción, Chile. 120 pp.

Mourgues, V. 2015. Orquídeas de la Región del Maule. Editorial Jardín Botánico Nacional. Viña del Mar. Chile. 115 pp.

Novoa, P., J. Espejo, D. Alarcón, M. Cisternas & E. Domínguez. 2015. Guía de campo de las orquídeas chilenas. Segunda edición ampliada. Ed. Corporación Chilena de la Madera. Concepción. Chile. 241 pp. http://www.corma.cl/_file/material/guia-de-campo-orquideas-2015-web.pdf

 

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