Año 6. Nº 1.


 

ESTUDIO COMPARATIVO DE OCHO ESPECIES AMERICANAS DE USO MEDICINAL EN MOZAMBIQUE (*) (**)

ORIANA PARDO B.
Nutricionista, investigadora
Via Vito Bering 16, 00154 Roma (Italia)
email: >orianapardo@hotmail.com

*Estudio presentado al VIII Congreso Ítalo-Latinoamericano de Etnomedicina. Universidad Técnica Federico Santa María, Valparaíso, 27-29 de septiembre de 1999.
** Este trabajo hace parte de una investigación mas amplia realizada por la autora sobre las plantas medicinales de Mozambique (Cf. Pardo, 1999).
Para esta publicación se han seleccionado solo las especies de origen americano.

 

RESUMEN

La llegada de los españoles y portugueses a América permitió conocer la flora americana, poniendo en evidencia la riqueza de plantas alimentarias, medicinales, tintóreas, textiles etc. Las numerosas especies domesticadas fueron las primeras en entrar en el circuito comercial, llegando también a Mozambique, donde por su rusticidad y facilidad de adaptación, se cimentaron y se naturalizaron. En este país solo un 40%  de la población está cubierta por la red sanitaria, así las plantas medicinales juegan un rol de fundamental importancia. El objetivo del trabajo fue pesquisar las indicaciones y procedimientos de empleo de las plantas americanas, empleadas con fines medicinales, buscando la convergencia de aplicación medicinal con los países americanos. Se seleccionaron 8 especies: Persea americana Miller, Capsicum annum L., Anacardium occidentale L, Psidium guayaba L., Carica papaya L., Lycopersicon esculentum Mill., Opuntia ficus-indica (L.) Mill. y Zea mayz L. La información se obtuvo a través de entrevistas y consultas informales con personas encontradas al azar. Los datos obtenidos establecen nexos de validez en el empleo en medicina tradicional en Mozambique y en los países americanos, aunque en general aparecen muchas mas aplicaciones en éstos últimos, lo que seguramente está relacionado con su origen y evolución, con usos que vienen de época precolombina..

Palabras clave: Etnobotánica, plantas medicinales, América, Mozambique.

ABSTRACT

The arrival of spaniards and portuguese to America allow knows the local flora, putting in evidence the richness of feeding, medicinal, tincturing, textiles, etc. plants. The numerous domesticated species were the first in entering to the commercial circuit. They arrived also to Mozambique where fast, by their rusticity and facility of adaptation, they were established and naturalized. In this country, where the sanitary network covers only a 40% of the population, medicinal plants have essential importance. The objective of the study was to search the indications and procedures of use of American plants employees with medicinal aims in Mozambique, looking for the convergence with the applications on the American countries. Eight species were selected: Persea americana Miller, Capsicum annum L., Anacardium occidentale L, Psidium guayaba L., Carica papaya L., Lycopersicon esculentum Mill., Opuntia ficus-indica (L.) Mill. y Zea mayz L. The information was obtained through randomized informal interviews of a number of peoples casually meeting. The collected data establish links of validity in the traditional medicinal employ in Mozambique and the American countries, although in general applications in these last ones appear more abundant, which surely is related to its origin and evolution, with employs coming from pre-Columbian time.

Key words: Etnobotanic, medicinal plants, America, Mozambique.

INTRODUCCION

Con el descubrimiento y la conquista de América se inicia una etapa notable para la botánica que se enriqueció con el estudio y las descripciones de las nuevas especies de la rica flora americana, dando inicio a un dinámico período de conocimiento e intercambio intercontinental.

La población aborigen americana desarrolló sistemas agrícolas y estrategias para lograr un óptimo aprovechamiento de los recursos naturales. Manejaron conocimientos astronómicos, relacionaron los ciclos del sol, la luna y los astros con los procesos de flora, fauna, estableciendo calendarios agrícolas. Conocieron y respetaron el ambiente, viviendo en armonía y equilibrio entre sus necesidades y los recursos existentes. Prepararon cultivos y rotaron el suelo, todo lo cual les permitió domesticar especies y seleccionar variedades, desarrollando sistemas de producción sin destruir el ecosistema.

Al llegar al Nuevo Continente españoles y portugueses se encontraron con un gran número de especies cultivadas, plantas semi domesticadas y otras que simplemente eran recolectadas naturalmente del territorio como muchos frutales, plantas medicinales, otros que aportaban resinas, venenos, substancias alucinógenas, fibras, colorantes que más tarde se incorporaron al comercio internacional.

Con la conquista, el destino de muchas de ellas tomó otros caminos y partieron a otros continentes. Seleccionadas como fuente de alimento, de uso medicinal, artesanal o tintóreo, se integraron el circuito de intercambio comercial. Algunas de estas plantas llegaron a África y debido al interés que el hombre puso en ellas, a su rusticidad o fácil adaptación, se cimentaron en otros ambientes ecológicos y se naturalizaron.

Las plantas citadas en este trabajo son esencialmente alimentarias y constituyen un gran aporte a la horticultura y la fruticultura universal y no sólo, porque al mismo tiempo son empleadas en la medicina popular, aportando para algunas patologías esperanzas de alivio o curación.

Mozambique fue una provincia de Portugal, por aquellos tiempos una potencia comercial de hábiles navegantes que controlaban una buena parte del comercio interoceánico. Así, desde el punto de vista botánico, esta parte del mundo fue favorecida por el intercambio de especies vegetales que llegaban del otro lado del globo.

En este país donde la mayoría de la población es animista, la concepción de la enfermedad tiene un origen sobrenatural que llega del mundo de los espíritus y de otras fuerzas desconocidas como resultado del descontento de los espíritus ancestrales, explicándose así la veneración y respeto por los muertos, el apego a los rituales, muchos de los cuales se mantienen en pleno vigor aún en la ciudad. Las enfermedades misteriosas o prolongadas son atribuidas a la magia maléfica que exige mucha más movilización de antídotos y rituales específicos (Fuente: Museo Etnográfico y Antropológico de Nampula, 1998). En la Medicina Tradicional la mayor parte de las drogas utilizadas son vegetales, se emplean también otros tipos de preparados con material biológico, animal o mineral, pulverizados o carbonizados. Algunas especies son de fácil obtención pero requieren del curandero que agrega el ritual u otros elementos que le dan fuerza y acción al tratamiento.

En Mozambique la red sanitaria cubre sólo al 40% de la población (1998). El resto queda fuera de la protección sanitaria oficial por lo que podemos entender el valor de la Medicina Tradicional en el mundo rural y en una buena parte de la población urbana. Las enfermedades más corrientes son tratadas con plantas que se encuentran en el jardín de casa, en el barrio, o la huerta de algún familiar y no son pocas las enfermedades tratadas así. Cuando los síntomas se mantienen, al tercer día concurren al curandero, al hospital o a ambos. Sin embargo la medicina casera es siempre una manera - la primera - para enfrentar la enfermedad. Las especies seleccionadas en este trabajo son un buen recurso para la población mozambicana, con excepción del maíz cuyas propiedades medicinales aparecen en este estudio menos conocidas en el país.

OBJETIVOS

El estudio se refiere a 8 especies de origen americano naturalizadas en Mozambique: aguacate (Persea americana Miller), ají, (Capsicum annum L.), cajueiro (Anacardium occidentale L.), goiabera (Psidium guayaba L.), papayo (Carica papaya L.), tomate (Lycopersicon esculentum Mill.), xihaha (Opuntia ficus-indica L.) y milho (Zea mays L.).

Además de su uso alimentario, estas plantas cumplen un gran rol de uso medicinal para combatir afecciones corrientes como resfríos, diarreas, problemas digestivos, fiebres u otros.

El objetivo del estudio fue pesquisar las indicaciones de empleo, procedimientos de uso y dosificación, buscando una correspondencia entre los dos extremos de la geografía.

METODOLOGÍA

El trabajo de campo se realizó en Mozambique entre octubre y diciembre de 1998, concentrándose especialmente en el medio urbano. La información se obtuvo a través de entrevistas y/o conversaciones informales con personas encontradas al azar, sin un criterio de selección; más bien se consultó a las personas con las que se podía comunicar y que mostraban disponibilidad. Se debe señalar que el empleo de diferentes lenguas vernaculares, se presento como una dificultad.

Los datos obtenidos se confrontan con indicaciones y procedimientos de aplicación en diferentes países de Centro y Sudamérica, en una comparación que de ninguna manera pretende ser exhaustiva. La bibliografía consultada para los países americanos es numerosa como lo son las indicaciones y procedimientos, lo que haría ilegible un texto con mención específica de cada referencia. Por la misma razón no se incluyeron las dosificaciones.

Para efectos prácticos señalamos los principales títulos por países, a los que remitimos el lector que desee obtener información complementaria:

Argentina (Manfred, 1959; Palma, 1973). Bolivia (de Lucca y Zalles, 1992; Estrella, 1995; Loza Balsa, 1995; Oblitas Poblete, 1969). Brasil (Alzugaray y Alzugaray, 1988; EMATER, 1989; Estrella, 1995; Jardín Botánico de Brasilia, 1989). Chile (Alcover, 1939; López, 1973; Zin y Weiss, 1980). Colombia (Arias, 1991; Estrella, 1995; García, 1992; Patiño); Costa Rica (Lagos-Witte y Cambar, 1994; Quiroz, 1945). Cuba (Acosta, 1993; Roig, 1993). Ecuador (Estrella. 1988; Estrella, 1995; Kothari, 1993; Ríos, 1993; Quezada y otros, 1992; White, 1982). El Salvador (Lagos-Witte y Cambar, 1994). Guatemala (Cemat Farmayana, 1992; House y otros, 1995; Lagos-Witte y Cambar, 1994). Haití (Pierre-Noël, 1959; Brutus y Pierre-Noel, 1960). Honduras (Cirilo, 1986; House y otros, 1995; Lagos-Witte y Cambar, 1994; Rivas, 1993; Saavedra y Hoogerheide, 1989). México (Aguilar y otros, 1994; Cabrera, 1986; Estrada, 1989; Guerra, F. 1990; Linares y otros, 1988; Martínez, 1959; Mendieta, 1981; Viesca, 1976). Nicaragua (Lagos-Witte y Cambar, 1994; Saavedra y Hoogerheide, 1989). Panamá (Gupta, 1994; Lagos-Witte y Cambar, 1994). Perú (Brack, 1999; Cabieses, 1993; Campos y Pérez, 1991; Chávez, 1977, Estrella, 1995; Lacasse y Alexiades, 1995; Lastres, 1951; Lira, 1995; Mejía y Rengifo, 1995; Oliveira, 1940; Palacios, 1997; Pinedo y otros, 1997; Roersch y van der Hoogte, 1988; Silva y otros, 1997; Soukoup, 1987; Tenazoa, 1991). República Dominicana (Lagos-Witte y Cambar, 1994). Surinam (Lagos-Witte y Cambar, 1994). Uruguay (Gonzáles y otros, 1969). Venezuela (Estrella, 1995; Lagos-Witte y Cambar, 1994).

Las especies se presentan como "fichas", ordenadas por su nombre vulgar. En cada una de ellas se hace una breve introducción sobre la especie, se presentan las indicaciones y procedimientos de empleo recogidas en Mozambique, con observaciones pertinentes a las aplicaciones citadas en la bibliografía local; las indicaciones y procedimientos de uso en los países americanos y conclusiones específicas para la especie con una análisis comparativo de los empleos en ambas geografías.

1. ABACATEIRA (AGUACATE, PALTO)

2. PIRI-PIRI, WURIVIRI (AJI)

3. CAJUEIRO (MARAÑON, CAJÚ)

4. GOIABEIRA (GUAYABA)

5. PAPAIEIRA (PAPAYO)

6. TOMATE (TOMATE)

7. XIHAHA (TUNA)

8. MILHO (MAIZ)

CONCLUSIONES

Las especies seleccionadas en este estudio aparecen señaladas para combatir los problemas de salud más corrientes y frecuentes que sufre la población y que en ambos hemisferios inicialmente tratados en forma casera. Así se registran patologías ligadas al aparato digestivo: diarreas, disentería, dolores de barriga y patologías ligadas al aparato respiratorio: resfriados, tos, dolor del pecho y algunos específicos casos de fiebre incluyendo el paludismo.

De las ocho especies, seis tienen indicaciones contra la diarrea y/o la disentería en Mozambique y cinco en América tienen igual aplicación. Al menos la mitad tiene indicaciones para contrarrestar problemas ligados al aparato respiratorio.

Cuatro de las plantas seleccionadas en este estudio: guayaba, aguacate, maíz y tuna, están registradas en el "Cuadro Básico de Recursos Herbolarios de México". También cuatro: aguacate, ají, guayaba y maíz, aparecen en un estudio estadístico realizado en Perú entre las plantas mas utilizadas en ese país.

Los datos obtenidos establecerían un fuerte nexo de validez en el empleo de estas especies en la medicina tradicional aplicada en los países americanos y en Mozambique. Sin embargo, las especies tienen en general muchas mas aplicaciones medicinales en los países americanos, lo que seguramente está relacionado con su origen y evolución, todas ellas con aplicaciones médicas precolombinas. Interesante es también el hecho que en escasas ocasiones se reencuentran las indicaciones y/o los procedimientos de empleo mozambicanos, donde la mayor parte de las indicaciones son de uso interno. Las especies que tienen mas uso y variedad de procedimientos en Mozambique son Psidium guayaba y Carica papaya.

Llaman la atención las indicaciones para "limpiar la sangre" o "aumentar la sangre". En este estudio dos especies son señaladas con ese fin. Vale la pena recordar la frecuencia del paludismo que diezma la población y deja al enfermo en mal estado físico. La población cree que aumentando y limpiando la sangre recupera sus fuerzas y la salud. El uso del látex de papaya contra el paludismo no reencuentra aplicación en América.

Entre los procedimientos empleados en Mozambique destacan las inhalaciones para la tos de Anacardium occidentale y Psidium guayaba. Los supositorios con hojas frescas de Capsicum annum y Licopersicum esculentum aparecen indicados para los casos de hemorroides, además de indicaciones contra las diarreas, inflamaciones del ano y gonorrea para el segundo.

Las indicaciones pesquisadas en la literatura o recogidas por la autora son usos populares que no siempre encuentran apoyo científico en prescripciones o cantidades empleadas por la población. Muchas veces los estudios fitoquímicos y/o biológicos ratifican empleos y en algunos casos las indicaciones pierden validez. Paradoxalmente algunas de ellas han vivido períodos contradictorios de afirmación o rechazo. Lo que es evidente en todo caso es el vacío que aún existe en la investigación científica que podría dar pautas para el mejor uso y dosificación de las especies caseras.

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Citar este artículo como:

Pardo, O. 2003. Estudio comparativo de ocho especies americanas de uso medicinal en Mozambique.
Chloris Chilensis, Año 6. Nº 1. http://www.chlorischile.cl